El sábado 25 de mayo, hicimos un primer intento de acercar el judo a personas que normalmente no tienen posibilidad de conocerlo y practicarlo y qué mejor lugar para compartir éste, mi deporte que con los chicos y chicas de la asociación Kapikúa de Parla, a los que ya he conocido a lo largo de este curso y que nos recibieron con los brazos abiertos y muchísimas ganas de aprender.

11 valientes se atrevieron a experimentar qué es esto del judo. Con ayuda de sus monitores y los compañeros del C.D. Kouun, cada uno a su manera aprovecharon y disfrutaron de la sesión al máximo. Aprendieron a hacer el saludo, la caída de espaldas, a inmovilizar y a hacer o soto gari, alguno incluso se atrevió con o goshi.

La experiencia fue buenísima y seguro que en unos meses repetiremos, ya con más conocimientos y cargados de sorpresas. Por lo pronto, ya hemos hablado con los amigos de Wlac Judo de Parla y no han dudado ni un segundo en decirnos que contemos con ellos cuando queramos.

Me lo pasé en grande, estaba algo nerviosa, para mi el judo es una parte importante de mi vida y si alguna vez fuera capaz de transmitir una décima parte de lo que este deporte ha sido y es para mi creo que llenaría de entusiasmo y afición por este deporte a mucha gente. Pero estos chicos lo ponen muy fácil,  ¡Cuánta fuerza y ganas de aprender! y ¡Cuánto talento! más de uno y de una con un poco de práctica se convertiría en un judoka de armas tomar. Me hizo mucha ilusión cómo después de merendar ya sin kimono y con los balones preparados para jugar, muchos volvieron al tatami, para echar otro combate o aprender algo más.

¡Enhorabuena a todos! y muchísimas gracias por hacerme disfrutar aún más de este deporte que tanto me gusta.

(Ni que decir tiene que muchísimas gracias a los compañeros que nos trajeron kimonos y a ESSIMO por los cinturones, las fotos y los kimonos que aportaron).